“La
libertad de expresión es decir lo que
la
gente no quiere oír”. George Orwell
El pasado 21 de febrero el
grupo de punk ruso, Pussy Riot ingresaron a la catedral de Cristo Salvador en
Moscú encapuchadas y con poca ropa en la que decidieron tocar una canción en
contra del primer ministro Ruso Vladimir Putin, por su relación con La Iglesia
ortodoxa y apoyo de la misma. Nadia Tolokónnikova, María Aléjina y Yekaterina
Samutsévich cantaron sobre el altar de la Iglesia frases como Madre de Dios,
echa a Putin”, “madre de Dios, hazte feminista”, “mierda, mierda, mierda de
Dios”. Fueron sacadas de la Iglesia por personas que se encontraban en el
templo.
El gran fervor de la
sociedad Rusa por la Iglesia ortodoxa y la posición de la misma en la política,
fueron las que incentivaron las
acusaciones del grupo Pussy Riot, por esta acción las chicas de la agrupación
pueden ser condenadas hasta por 7 años de prisión, mientras que Feigen (Abogado
de Pussy Riot) alega que las acusaciones
son exageradas porque no se ha respeto al Estado Laico de la Federación Rusa.
Por mi parte desconozco el
ambiente Ruso, su sociedad en sí, jamás he vivido ahí, pero en algo puedo estar
en desacuerdo, con el totalitarismo y las relaciones Estado-Iglesia según
varias noticias y fuentes, Rusia goza de un Estado Laico. Claro que las Pussy
Riot tienen el derecho de expresar lo que piensan y quejarse de su gobierno y
de la religión que en Rusia tiene mayor número de seguidores.
¿En dónde entra el respeto
de ellas por dichas “instituciones”? Fácil pudo ser para ellas tocar la canción
en algún recinto o en alguna plaza pública, pero ¿A caso hubieran sido escuchadas
de dicha manera? Por supuesto que no, la rabia contra su gobierno y la Iglesia
fueron de tal magnitud que superó a los típicos jóvenes que grafietean en las
iglesias o queman biblias, ellas entraron a una Iglesia frente a feligreses
insultando, maldiciendo al Primer Ministro expresando su inconformidad, creo
que sí, esta fue la manera correcta para ser escuchadas y su objetivo se
cumplió.
Una banda de punk, éstas
caracterizándose por la antipatía hacia la religión y la política, expresaron
lo que muchos callan en aquél país, y han recibido el apoyo de artistas de
talla internacional como Madonna, Björk, Kiss, y varias movimientos sociales de
todo el mundo.
“La
libertad del individuo acaba donde empieza
la libertad de otros” Jean Paul Sartre
Apuesto a que en México
muchos desearíamos tener el valor de decir frente a todo el mundo lo que
pensamos de nuestro Gobierno y de las religiones, pero esta libertad de
expresión que todos deseamos ¿En que momento se vuelve arma de doble filo? En
el instante en el que nosotros mismos debemos respetar las creencias de los
demás aunque pensemos que la Iglesia es una “mierda” aún más cuando se
interpone en los asuntos políticos un país. Los presidentes de cualquier país
por mas que ejerzan alguna religión deben estar al tanto de que gobiernan no a
un “pueblo” sino a un conjunto de personas pensantes y que ninguna siente lo
mismo o esta de acuerdo con todo, que piensa diferente, mas que nada, jamás
podrán tener a todos contentos.
En conclusión, si alguien
opina sobre cualquier tema o algún asunto en particular, muchos pueden estar en
contra y otros a favor, debe estar claro que para expresarse hay que tratar de
no lastimar a terceros, pero hay cosas que no todos queremos oír, y muchas más
que no es que tienen que ser toleradas, sino que NO deberían ser toleradas. Las
chicas de Pussy Riot deberían ser juzgadas pero no tan severamente, sí
“profanaron” las creencias de miles de personas incluyendo al Primer Ministro,
pero ¿No la Iglesia y el Gobierno en todos los países durante miles de años han
profanado contra el pueblo y los que levantan la voz han sido callados y
humillados? Si es así la cosa, entonces también las relaciones Estado - Iglesia
deberían ser juzgadas, pero no resulta de esa manera. No depende de mí, ni de
los que estemos en contra de todo esto, esta en manos de los que tienen el
poder, como ocurre en muchos casos.
Podríamos armar
revoluciones, pero no serviría de nada, supongo que al final todos deben seguir
adelante, siempre adelante, nadie debería quedarse callado y nadie debería
opacar nuestras ganas de decir lo que sentimos y pensamos, puesto que podemos
herir a los demás, tan solo si aprendiéramos a respetar y tolerar a las
personas todo sería un poco diferente, pero si eso no se ha logrado en siglos
como cambiarlo ahora. Solo espero que donde sea que se encuentren las Pussy
Riot se mantengan firmes en lo que creen como deberíamos hacerlo y muchos
deberíamos respetar.
“No estoy de acuerdo con lo
que dices, pero defendendería con mi vida tu derecho a expresarlo”. Voltaire
Tomado del Periódico El País http://internacional.elpais.com/internacional/2012/07/27/actualidad/1343413580_029043.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario